miércoles, 28 de noviembre de 2012

Problema de salud

Un problema de salud es un problema relacionado con un estado o proceso relativo a la salud, manifestado por una persona, una familia o una comunidad. Los problemas de la salud no sólo afectan a las estructuras corporales específicas y a los mecanismos fisiológicos o psicológicos implicados, sino que también repercuten, en un grado y una duración variables, sobre el funcionamiento global de la persona.

La problemática en salud de Honduras

Algunos ciudadanos de nuestra querida tierra podrán afirmar que la problemática actual en Salud Pública no se compara de ninguna manera con la bochornosa corrupción de la Policía Nacional y la educación pública de Honduras. En estas dos instituciones hay dinero sucio de por medio, y además de eso, en la educación pública el daño increíble que se le hace a la nación al no poderle dar a sus ciudadanos la educación formal que urgentemente necesita.
Aunque el problema en Salud no tiene las dimensiones de esa corrupción anotada, la ruptura en los servicios técnico-laboratoriales, del apoyo de los anestesistas y lo más alarmante la huelga de los estudiantes de Medicina en séptimo año que abandonaron hasta los servicios de emergencia de los hospitales, tiene una connotación muy seria para los que hemos levantado la mano y aprobado el juramento hipocrático, porque hemos dejado de dar los servicios al pueblo pobre de Honduras que nos necesita encarecidamente.
Personalmente, como maestro de 40 años en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAH y formador de muchas generaciones de colegas, tanto de Pre como de Post grado se me eriza la piel al pensar que los alumnos, por una prebenda económica, le dieron la espalda a los principios más básicos del médico en el mundo. Es incomprensible que futuros galenos abandonen las emergencias, en donde nuestras acciones pueden significar salvar la vida o en caso contrario por nuestra ausencia, permitir la muerte de nuestros coterráneos.
Mis lectores se preguntarán por qué abordo el tema de esa manera, y qué calificaciones tengo para hacerlo. En primera instancia, deseo aclarar que mi formación médica no fue en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), sino que en la Facultad de Medicina de la Universidad de McGill en Montreal, Canadá, calificada en el “ranking“ mundial como la segunda en América después de Harvard y entre las cinco mejores del mundo. Mi padre y mi madre pagaron mi educación que en los primeros seis años de los ocho que completan la carrera, la cuota anual por matrícula frisaba alrededor de los 50 mil dólares anuales. Afortunadamente, del séptimo al octavo año, logramos que los estudiantes de los países pobres de Centro América y África pagáramos solo siete mil dólares por matrícula.
A esas universidades clasificadas en el mundo como lo hemos descrito, no se entra ni se mantiene el estudiante por política o por cualquiera otra causa, sino es el estudio intensivo y total que exige su currículum. Finalmente, puedo decirles que soy el único médico hondureño graduado de esa Universidad y que decidió regresar para  servir a la patria. La otra razón para abordar este tema es porque en la época de los 70 fui director de los hospitales General San Felipe, Materno Infantil y Hospital Escuela, y conozco perfectamente el drama que estamos viviendo en estos momentos.
El Presidente de la República cree que la solución es cambiar al secretario de Salud Pública, y con la experiencia positiva de Escoto como ministro de Educación, no importa que ese nuevo secretario de Estado venga de la resistencia, lo importante es resolver el problema que tanto daño está causando. Lo significativo es comprender que los estudiantes en el internado rotatorio dependen de la Universidad y que la rectora que ha demostrado tener pantalones, decidió suspenderles la rotación del internado por la gravísima falta de haber abandonado las emergencias.
He mencionado mi vida médica no para ofrecerme como titular de esa cartera, sino que para decirles que no importa en qué universidad usted ha pasado la carrera de Medicina; el hecho es que el estipendio asignado en todos lados del mundo a los internos y residentes, es raquítico y el trabajo exigido es arduo y sacrificado. De tal manera, que el problema no es el titular de la cartera, sino la falta de entendimiento y comprensión por nuestros estudiantes  que significa estudiar para ser un médico que reúna los requisitos que el juramento hipocrático ordena, y que la misma revisión moderna del mismo acentúa la parte de la entrega y el servicio a la humanidad.
Esta tarea de formación del estudiante corresponde a la Universidad Nacional de Honduras, aunque el contrato-beca sea financiado por el ministerio de Salud Pública pagado a través de la Universidad; aunque en este momento en el aspecto de los internos las respuestas a la solución han sido presentadas en forma bipartita -gobierno, Unah– corresponde a los estudiantes entender que la carrera escogida es de sacrificio, y que el erario nacional no puede pagarles un aumento del 100 por ciento y que en realidad el pueblo hondureño les ha pagado toda la carrera, pues solo pagan Lps 175.00 cada seis meses en concepto de matrícula.
Finalmente, y en vista de que viene un exceso de estudiantes derivados de cuatro Universidades: la Autónoma, las dos universidades cubanas y la Católica, el gobierno y la UNAH deben pensar seriamente como acomodar ese exceso de futuros galenos en el internado rotatorio y en el servicio social, en vista de la precariedad del erario nacional.

Sistema de salud de Honduras en crisis